abril 17, 2012

191. Las chicas de Jim Cameron


Daniel Garro Sánchez

         Una de las muchas cosas que podemos notar en las películas de Jim Cameron —además de que las montañas de dinero que requirió producir la mayoría de ellas se convierten en pequeñas lomas, a la par de las cordilleras de dinero que recaudan en taquilla— es que posee un gusto por las mujeres fuertes, agresivas y hasta un poco alejadas de los paradigmas femeninos más conservadores. Personajes como la Sarah Connor de Terminator 2, la soldado Vásquez y la teniente Ellen Ripley de Aliens, Lindsey Brigman en The Abyss, la legendaria Molly Brown en Titanic, o la piloto Trudy Chacón y la doctora Grace Augustine en su obra más reciente, costosa y exitosa, Avatar, son modelos femeninos cameronianos. También llegan a serlo la primera Sarah Connor, en Terminator, Rose en Titanic y hasta la Helen de la simpática (pero no menos costosa ni menos taquillera) True Lies, que evolucionan desde un modelo femenino débil y socialmente sumiso, hasta convertirse en las amazonas típicas de Cameron.

          Este hombre, vivo retrato del éxito, y que hace tan solo unos días se encargó personalmente de convertir en realidad una hazaña que hasta el momento solo habíamos visto precisamente en una de sus películas, The Abyss, de 1989: descender en submarino hasta el fondo de uno de los más profundos abismos de los océanos y volver para contarlo; este hombre, digo, parece manifestar su gusto por las mujeres heroicas no solo en sus obras, sino también en la vida real... aunque esto no lo libre del mal crónico de divorcios de Hollywood.
          Por esas casualidades de la vida, en la ceremonia de entrega de los Premios Oscar del 7 de marzo de 2010 (víspera del Día Internacional de la Mujer, ¡fíjense ustedes!), la poderosa Avatar del director canadiense fue superada en la categoría de Mejor Película por The Hurt Locker, un estupendo filme bélico de bajo presupuesto dirigido ni más ni menos que por una ex esposa de Cameron: Kathryn Bigelow, quien además le arrebató el Oscar a la Mejor Dirección a su ex. Esta mujer de imponente presencia, que en la alfombra roja destaca por su estatura y su elegancia, y en el set por su vitalidad y su carácter, y que a diferencia de la mayoría de las directoras prefiere hacer películas de acción y suspenso, nos hace concluir que los personajes femeninos de Cameron tendrían sus paralelos en la vida real. Recordemos que Cameron estuvo casado también con Linda Hamilton, la heroica Sarah Connor de las dos primeras (y únicas realmente buenas) entregas de Terminator.

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