julio 16, 2012

203. Cementerio Central de Santo Domingo de Heredia


Licda. Rose Marie Hernández Vargas

Fotografía de Rose Marie Hernandez Vargas. Cementerio Central de Santo Domingo de Heredia

"Hoy le he preguntado a mi corazón, por los que fueron. Ellos están aquí, bajo estas cruces, bajo mis pies, son mis raíces. Uno a uno han llegado vestidos como para una fiesta, tomaron posesión de su estrecha morada. Un día la muerte nos sentará a su mesa y empezará nuestro trabajo de raíces, más hondas cuanto más olvido cae sobre ellas".

Isaac Felipe Azofeifa


El Cementerio Central de Santo Domingo de Heredia es un legado de la herencia histórico-cultural que los ancestros heredaron a esta ciudad.

En el año 2005, el Cementerio de Santo Domingo de Heredia es declarado Patrimonio Histórico - Arquitectónico de Costa Rica. (Gaceta N° 67, 07 de abril de 2005).
El Cementerio Central de Santo Domingo tiene un gran valor histórico, cultural y social. Aún se encuentran tumbas con textos en latín, confeccionadas en piedra y con los nombres de los primeros colonos que fundaron Santo Domingo. En la actualidad, existen sepulcros que se remontan al año 1860. Este camposanto es un testimonio histórico-cultural de una sociedad que ya desapareció.

Si recorriéramos Santo Domingo de Heredia en aquellos tiempos lejanos, nos encontraríamos con vestigios del desarrollo económico, social, político y religioso, que seducen la imaginación. En aquella época, Santo Domingo de Heredia era un barrio con unas 296 casas de barro y techo de paja, sus caminos de piedra y lodo.

Era común que las autoridades coloniales crearan una ermita como un medio de cohesión del poblado disperso. En el año 1829, se erigió una pequeña ermita llamada Santo Domingo de Guzmán. En el año 1849 (Libro de Actas Municipales de Heredia: 1849, folio 10.), se construyó el cementerio. En ese momento era simplemente un panteón situado al sur de la población, actualmente distrito de Santa Rosa. Estaba retirado del caserío, llegando casi al río Virilla. Entonces se le llamaba el cañón del río Virilla, seguramente por lo potente y bravo.

La creación del el cementerio por los primeros colonos, fue un hecho novedoso en este naciente pueblo, lo que representa uno de los hechos más significativos de la memoria histórica y colectiva de esta aldea. Relatan que su alejamiento obedeció a que Santo Domingo de Heredia fue una de las primeras ciudades donde se empezó a cultivar y exportar café. Desde el año 1830 ya exportaba café al extranjero. Este cementerio guarda los restos de Lisímaco Villalobos, uno de los primeros cafetaleros domingueños.

El Cementerio Central de Santo Domingo es la evidencia de una historia común, con características arquitectónicas y constructivas de un periodo anterior, muestra de expresiones únicas y autenticas. Representa además lo social y emocional de toda una población, ya que en este cementerio se hallan los restos de personalidades muy destacadas de la comunidad.

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