noviembre 27, 2013

234.El Discurso del Método por René Descartes y el tema de Dios

Mario Valverde M.

Cuando leí el Discurso del Método, me impresionó la claridad y sencillez de las ideas propuestas. Luego me dije, me parece una propuesta metodológica epistemológica muy didáctica de un joven intentando corregir el error del pensamiento basado en sus propias observaciones.

Lo primero que dice: “el buen sentido es la cosa mejor distribuida del mundo”;  o sea la capacidad de razonar entre lo verdadero y lo falso, que nos lleva por diferentes caminos. Es decir, todos estamos conformes con nuestro nivel de pensamiento. Algo así como decir que vemos personas suicidándose por amor, negocios, enfermedades terminales, actos de corrupción política, pero a nadie se le ocurriría suicidarse por considerar que sus opiniones sean falsas.


Luego nos dice que a él le gustaría tener la inteligencia de varios de sus compañeros de colegio. Envidia la inteligencia que muestran en el aula. Define la inteligencia como la suma de memoria más velocidad. Pero de inmediato descubre que, aunque le superan en inteligencia, se equivocan con facilidad, cometen errores: “las almas más grandes son capaces de los mayores vicios…y los que andan muy despacio pueden llegar mucho más lejos”. El filósofo se propondrá superarlos en  conocimientos con verdades claras y distintas.

II
La segunda pregunta que se plantea es la siguiente: ¿cómo podemos estar seguros que lo aprendido en las memorias sea verdadero? Es decir, si los contenidos y los conceptos estaban equivocados en los maestros y profesores, llegaron de la misma forma, al conocimiento aprendido de los estudiantes. Entonces, saltó de inmediato la tercera pregunta: ¿qué hacer para no cometer errores y superar el pensamiento falso y poder llegar a verdades claras y distintas? El resultado su MÉTODO. Los pasos que lo llevaron a elevarse por encima de los estudiantes dotados de gran “inteligencia” y además lo llevaron a revisar todos los conocimientos recibidos: matemática-filosofía-historia-artes-gramática-literatura-teología. Pero aclara: “Mi propósito, pues, no es el de enseñar aquí el método que cada cual ha de seguir para dirigir bien su razón, sino sólo exponer el modo como yo he procurado conducir la mía”.

Su método es de tan sólo cuatro pasos. Descartes nos dice que su método le funcionó y propone que si usted descubre su propio método, pues bien a aplicarlo.
Los pasos de su método: 1) No aceptar nada como verdadero (por cierto, como tomaría  la Santa Inquisición este primer paso). 2) Dividir el problema en el mayor número de partes (como buen matemático). 3) Ir de lo más simple a lo más complejo.  4) Hacer tantas revisiones y enumeraciones como sean posibles. Y manos a la obra con sus propios conocimientos y las cosas nuevas por aprender.


Y por último, para no quedar mal con la poderosa Iglesia que ya había quemado al matemático Giordano Bruno y casi-casi a Galileo Galilei que se retractó, se sacó una demostración racional sobre el tema de Dios. Dijo un ser imperfecto no puede, es imposible que pueda conocer a un ser perfecto: DIOS. Entonces el camino. Las ideas innatas salvadoras. La idea de perfección ya viene incorporada, “de suerte que sólo quedaba que hubiese sido puesta en mí por una naturaleza verdaderamente más perfecta que yo, y poseedora inclusive de todas las perfecciones de que yo pudiera tener idea; esto es, para explicarlo en una palabra, por Dios”. Nos parece buena la salida, es como una especie de teléfono que me comunica desde cualquier lugar con un ser superior, perfecto, etc. Bueno, al menos, la Iglesia al parecer se quedó tranquila, luego se ideó una moral provisional y al final lo mató el frío invierno de Suecia (1596-1650).  Lástima, no se dio una vueltita por la América Tropical.

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